Presión de grupo


La 'Presión de grupo', una condición subjetiva de la percepción, es decir, que afecta de forma diferente a cada individuo, podría definirse como 'fuerza que ejerce un grupo sobre una minoría'.

Esto puede afectar de forma positiva o negativa. Por un lado, puede afectar positivamente cuando, por ejemplo, una persona al influir sobre la otra incitándola a cosas positivas tales como estudiar, hacer deporte... En esos casos, la influencia lleva al influencia a realizar cosas buenas para su salud, para él, para su entorno, etc. Pero la influencia puede ser un arma de doble filo, ya que una presión de grupo en relación con cosas nocivas puede desembocar en perjuicio del individuo.

Un claro ejemplo de esto en nuestra sociedad se da en los jóvenes. Muchos jóvenes se ven conducidos al mundo de las drogas por amigos, que previamente habrán sido introducidos a ese mundo por otras personas, ampliándose así sucesivamente la influencia de esto sobre la juventud. Curiosamente, muchos de estos jóvenes no toman esta influencia como tal, sino que sienten que consumiendo dichas drogas son más 'libres'. ¿Qué consideran entonces como libertad?  Puesto que con ese acto lo que están intentando conseguir es ser socialmente reconocidos; la realidad es que cuando aceptan esto y no saben negarse, renuncian a sus valores propios y  están perdiendo toda libertad. Aquí actúa la presión social, pese a que esa persona podría haber visto previamente las drogas como algo malo, que lo son, pasa a considerarlas como algo bueno, algo suyo, incluso lo defiende ante otros y da argumentos a favor de ello.
Esto lleva la conclusión de que, en la gran mayoría de los casos, damos por verídico, es decir, aceptamos como verdadero, algo que consideramos equivocado solo por el hecho de no llevar la contraria y exponernos al juicio del resto de personas.




Los científicos han realizado numerosos experimentos que comprueban esto indudablemente. Uno de los más conocidos es el 'Experimento de Asch'. Dicho experimento fue realizado en 1951 y dirigido por Salomon Asch.
En él, se reunió a un grupo de estudiantes
y se les pidió elegir la línea de entre las tres posibilidades B, que tuviera la misma longitud que la A. La realidad es que del grupo de estudiantes todos, excepto uno (el sujeto crítico que era foco del experimento), eran cómplices del científico, y su papel era actuar para así comprobar como reaccionaba el sujeto crítico ante sus comportamientos.
Durante las pruebas les mostraros 18 comparaciones en tarjetas como la que muestro en la imagen.
En las dos primeras la respuesta unánime fue correcta. Pero, a partir de la tercera prueba, los cómplices intencionalmente empezaron a contestar con la respuesta incorrecta. El sujeto entonces, contestó la que él creía correcta, aunque sintiéndose confundido por la respuesta de los demás. En las sucesivas pruebas, el sujeto crítico fue cediendo poco a poco hasta dar la respuesta que los demás daban, aunque esta fuera incorrecta. En cambio, cuando realizaban estas pruebas de forma escrita, no estando el sujeto sometido a la opinión de los demás, contestaba correctamente a todo.
Tras repetirse este experimento 123 veces, se llegó a la conclusión de que el poder que ejerce un grupo es elevado, ya que en el 36,8% de los casos, los sujetos se dejaron llevar por la opción incorrecta; en los casos restantes, pese a contestar de forma correcta, los sujetos presentaban signos de malestar y de confusión.






Fuentes:

http://www.psicoglobalia.com/la-presion-del-grupo-y-su-importancia-en-los-adolescentes/

https://explorable.com/es/el-experimento-de-asch

https://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Asch

http://www.ugr.es/~aula_psi/LA_CONFORMIDAD__EXPERIMENTO_DE_SOLOMON_ASCH.htm

Comentarios

  1. Muy bien Nerea (menos mal que al fin alguien me hace caso y señala las fuentes consultadas...)
    Saludos

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